En el corazón del sereno municipio de La Calera, Cundinamarca, un proyecto luminoso ha cobrado vida. En octubre de 2014, se realizó la instalación de un sistema de energía solar fotovoltaica en una vivienda del elegante Condominio Casa de Campo, marcando un hito en la travesía hacia una vida más sostenible y autónoma.
El proyecto encapsula una visión progresista, donde la integración de la energía solar en el diseño residencial no es una mera adición, sino un componente fundamental de una vivienda moderna. Con la implantación de 18 paneles solares de 255 W, la casa no solo se transformó en un emblema de sostenibilidad, sino también en una fuente de inspiración para quienes aspiran a una vida menos dependiente de la red eléctrica convencional.
Cada uno de estos paneles, meticulosamente dispuestos, juega un papel crucial en la generación de un promedio de 4600 W/h diarios. Este rendimiento energético ha demostrado ser suficiente para satisfacer alrededor del 70% de las necesidades energéticas totales de la casa, un testimonio tangible de la eficiencia y la capacidad de la energía solar.
La infraestructura energética de la vivienda se complementa con 8 baterías de 200 AH de descarga profunda. Estos dispositivos de almacenamiento son el núcleo que asegura que la energía capturada durante las horas pico de insolación se preserve, esté disponible y se distribuya de manera eficiente durante las horas sin sol, garantizando una fuente de energía constante y confiable.
La incorporación de 2 inversores híbridos equipados con controladores MPPT incorporados refleja una estrategia ingeniosa para maximizar la captación y la conversión de la energía solar. Estos inversores no solo facilitan la transformación de la energía solar en electricidad utilizable, sino que también optimizan la cantidad de energía capturada y convertida, garantizando que cada rayo de sol cuente.
Este proyecto en el Condominio Casa de Campo es más que una instalación de paneles solares; es una declaración audaz de la capacidad inherente de la energía solar para transformar nuestras vidas y nuestro mundo. Es una ilustración vivida de cómo la transición hacia fuentes de energía sostenibles y renovables es no solo deseable sino factible, y cómo cada hogar puede ser un faro de esperanza y un pilar de sostenibilidad en una era definida por el cambio climático y los desafíos ambientales.